Si San Valentín levantara la cabeza

Ya sea San Valentín, un sacerdote que casaba a jóvenes enamorados cuando el emperador romano no les permitía hacerlo para que se convirtieran en soldados, o un mártir cristiano, o la forma de tapar una festividad pagana, Las Lupercales. San Valentín es sinónimo de Día de los Enamorados.
Y Día de los Enamorados es sinónimo de regalo, regalo hacia una persona especial, la persona que tenemos a nuestro lado.
Y como cada año, la elección del regalo a nuestra pareja, nos trae por la calle de la amargura.
Aunque seguro ha habido alguna señal, algún comentario... como el que no quiere la cosa, que si hubiéramos estado atentos, hubiéramos pillado, pero...

Como aquellos comentarios de tu chico donde se refiere a la tienda nueva de la Carrera y por arte de magia te envía un link Lovely & Co Map; sólo pueden significar una cosa:
"Había unos gemelos para el traje azul superbonitos que me irían tan bien... O con lo que me gusta Star Wars, un neceser para el pádel me vendría tan bien..."

O bien: "...De verdad, no lo he visto en otro sitio, ese bolso para la tablet del Real Madrid, si es que no parece del Madrid, me vendría genial..."

O: "Si hubiera tenido la bandolera del Atlético, me la hubiera puesto esta mañana para ir a desayunar con los compañeros, que risas me habría echado..."

O los comentarios de ellas, más sutiles pero cuya información es definitiva:

"Me encanta un portafotos para la foto de la boda, es tan vintage, como mi vestido... Pero es que eso es para casa. Mejor regálame un conjunto de pendientes y colgante de Murrina, el del árbol o el rosa- gris (no me decido). Ya se lo he dicho a la muchacha que me los guarde. Además es que hay una pulsera de plata con mensaje Just Married que es ideal para mí, es que estamos tan recién casados...".

O bien: "Me encanta! Quiero unos cubrebotas con su pulsera compañera, es la de plumas negras o el de plumas marrones, no sé; me combinaría tan bien con las botas negras de piel... Bueno, pero pensándolo, me hacen daño cuando las llevo mucho tiempo puestas..., cógeme de camino, unas bailarinas plegables para el bolso, blancas o plata, que nunca se sabe cuando una las va a necesitar."

O: "No sé por cual decidirme: o el colgante o el anillo; bueno, los dos, que me cobro el regalo de mi santo que no te acordaste... Anda! Es verdad! Pues además, el llavero y el pasador del pelo, por todos esos regalos que no me hiciste." 

O el comentario del que no sabe si se va a quedar sin regalo:

"Estoy harto, tanto San Valentín, tanto comprar para la pareja,...; me lo compro yo y ya le digo que así no se moleste en ir a comprar nada."

Y como no, los comentarios de quien no tiene pareja:

"Los que no tenemos pareja nada de nada. Voy a ver si pongo de moda el Día del Soltero. Me da igual cuando caiga, el 11 de noviembre o nuestra versión española, el 13 de febrero.

¡¡¡Viva el 13 de Febrero!!!! Yo no me quedo sin regalo!!!!!"